La fe que vive en nosotros
9:08![]() |
Aquí está Dios |
No sé si cuando crezcas creas en
Dios.
Siempre he pensado que la fe
llega cuando tiene que llegar. A veces nunca se va, pero en mi caso ha sido una
exploración y un camino difícil de recorrer. Así que espero que tú también
recorras tu camino y guíes tu corazón hacia esa fe.
Me crie en un hogar muy católico.
He sido rebelde la mayor parte de mi vida. He creído lo que quería creer. Si me
convenía, lo tomaba, sino, chau. A la iglesia solo para misas que me invitaban.
Es decir, las misas familiares o alguna petición expresa de mi abuelita y de mi
mamá. Solo me asomaba por obligación.
Seguía creciendo con mis ideas
revolucionarias hasta que me detectaron una enfermedad grave. Me acordé de
Dios. Quise acercarme y el “amor” me duró un par de meses.
Mi mamá enfermó. Me acordé de
Dios pero para decirle atrocidades. Le dije a Dios “hasta de que se iba a
morir”. Blasfemaba de él a diestra y siniestra.
Mi mamá murió y salí embarazada.
Detengan el juego que me quiero bajar. Le dije a Dios: voy a tomarme de tu mano porque de aquí no salgo viva. Ayúdame.
Y para mi bendición, él me
escuchó. Me bendijo con tu llegada.
Se podrá decir que la vida me dio
de patadas un par de veces. Se podrá decir que lo que me paso le pasa a miles
de personas y no tiene nada que ver Dios. Se podrá decir tanto pero Dios vive
en cada uno de manera diferente.
Para mi Dios no ha sido ni será
un hombre luminoso que está sentado en un trono esperando que sus hijos lo
busquen. Para mi Dios es amor. Ese amor que mi mamá me ha dado. Ese amor que yo
te doy. Ese amor que tengo por tu papá. Ese amor que mi abuelita siente por su
viejito que se fue. Ese amor que veo cuando mi papá trabaja en lugares
peligrosos pero que lo hace para que tus tíos estudien. Ese amor que veo en mis
tíos. Ese amor que veo en mi jefe por su trabajo. El amor lo es todo. El amor
es – para mí – Dios. Dios toma la forma de amor para trascender.
No pienses que a Dios solo lo tendrás
en momentos de infelicidad, no, Dios vive en risas, en abrazos, en besos, en lo
más bonito. Él te acompaña en lo más feo si sabes vivir con amor. Hasta en los momentos más grises, si hay amor se sale triunfante. La fe tampoco
es rezos, cantos, golpes de pecho. La fe es acción. Es mostrarlo y vivir día a
día con el corazón limpio.
Mi camino de fe no acaba con las
cosas que me han pasado y las que sin duda vivo y viviré. No te puedo decir
cómo creer pero te puedo contar cómo yo creí y cómo me fortalecí. Siento a Dios
y me consuela saber que jamás estaré sola porque si yo tengo amor, yo tendré a
Dios.
Al amarte, Dios está conmigo.
Besos,
Mamá Luz
0 comentarios