Crianza natural
10:21
Se puede decir que a esta fecha,
tengo más “cancha” en el mundo de la maternidad… o eso dicen. Yo sigo
aprendiendo de cuál es mi misión como mamá y disfrutando día a día mi vida
junto a ti.
Lo curioso es que nunca había
recibido tantos consejos como cuando me volví mamá. Todos te dicen demasiadas
cosas, algunas buenas, otras malas y otras en mi categoría de “sin
comentarios”.
Todos, o casi todos, los días me
dicen algo diferente. Te hablan de un método, te habla de otro método, que
dejes llorar a tu hijo, que no dejes llorar a tu hijo, que lo portees, que no
lo portees… en fin, es una lucha constante. A veces parece que todos quieren
imponerte tus ideas.
La verdad de la milanesa, o mejor
dicho, la verdad de MI milanesa, es que no sigo ningún método ni pienso
hacerlo. ¿Por qué? Aquí te cuento un poco:
-
Quiero disfrutar de la maternidad a mis tiempos,
a mi ritmo, a mi gusto. Todos somos diferentes y en el mundo de las madres nos
matamos repitiendo que cada niño es diferente, de igual modo cada madre lo es.
¿Acaso la madre dejó de ser humano?
-
Sigo mi instinto. Me dejo llevar por lo que yo
creo que es natural, por lo que yo creo que nace de mí. Si siento que algo le
hace feliz a mi hijo, lo seguiré haciendo, y si también estoy feliz con esto, pues con mayor razón lo seguiré haciendo.
-
Creo en la prueba y error. Como en todo siempre
hay errores, pero si no me permito conocerlos, explorarlos y solucionarlos,
jamás aprenderé nada. Volveré a cometerlos una y otra vez sin darme cuenta de
lo que estoy haciendo mal.
-
No soy una madre perfecta. Ni de lejos lo soy,
ni lo seré. No quiero trasmitirle a mi hijo que todo es un mundo de rosa. Daré
lo mejor de mí para que él entienda que
el mundo no es perfecto pero que con amor podemos lograr grandes cosas para
vivir mejor.
-
No quiero un niño perfecto. Ni de lejos lo eres,
ni espero que lo seas. Quiero que te equivoques, que te caigas y te levantes.
Quiero un hombre que aprenda de sus errores, que tenga buenos recuerdos y
cuando tenga problemas se aferre a todo lo bueno que tenga para salir de ellos.
Hacer lo que te nace del corazón
y del alma. Hacer lo mejor todos los días por tu familia. Gritar, llorar, reír,
saltar de alegría son parte de la vida. Eso para mí es crianza natural.
Besos,
Mamá Luz
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