Mamá ¿free?lance
9:11
Cuando te tuve, juré que no
volvería a trabajar. Disfruté de mi licencia materna (demasiado corta) todo lo
que pude y no pensaba en regresar pero el dinero no me alcanzaba. La cruda
realidad. Necesitaba hacer algo para aportar.
Al término de mi “gran” licencia,
decidí hablar con mi jefe, le dije la verdad. No quería dejar de trabajar, pero
no tenía corazón para dejarte tan pequeño en cuidado de otra persona. Decidimos
que trabajaría en casa. Sí, por fin my
dream job. Sí, ¡qué alegría trabajar desde casa!
Pues NO. El trabajo desde casa es
tan o más agotador que el de oficina. ¿Por qué? Porque muchas veces, por no
decir la mayoría, no nos ponemos límites ni horarios. Y en mi poca experiencia
de un año trabajando desde casa déjame compartirles a nuestras lectoras estos
tips que descubrí luego de mi incursión casera:
Poner límites: Ok. Trabajamos
desde casa. Pero no porque estemos en “casa” quiere decir que me vuelva todista. No aceptes más de lo que puedas
hacer. Aprende a decir NO. Al principio cuesta, pero cuando te visualices con
una olla en una mano, con el bebé en el otro brazo, un lápiz como gancho y
contestando el celular, créeme que es todo menos un buen trabajo. No es
saludable.
Horarios: Al igual que en una
oficina, las mamis que trabajamos en casa debemos hacer un horario. Ejemplo, de
lunes a viernes es para el trabajo y fines de semana solo son tuyos y de tu
familia. Depende del rubro y de lo que hagas pero recuerda SIEMPRE hacer un
horario para tus pendientes sino estamos fritas
pescaditas. Ahora podemos ayudarnos con la tecnología, con el google calendar o los recordatorios de
los celulares, y si eres como yo, old
school, una agenda siempre nos salva.
Lugar de trabajo: Trabajar en tu
cama no es bueno. Si puedes cómprate un escritorio o hazte un huequito en la
mesa de la casa. El sentido de pertenencia y de comodidad es clave. Decora el
espacio donde trabajes para sentirte aún más motivada.
Sal de casa: TIENES que hacerlo.
Sal a caminar con tu bebe, al parque, a la tienda, a lo que sea pero SAL y
estira las piernas y toma aire puro. No te quedes como un vampiro esclava de la
casa. Una de las cosas buenas de trabajar en casa es que puedes tomarte ese
break. Solo es cuestión de organizarte.
Adiós pijamas: Adoro mi pijama,
viviría mis 24/7 en pijama, y ¿quién no? Pero no es ropa del día a día. Lo que
te recomiendo es que te des un baño, te pongas ropa cómoda y trabajes. Te
sientes motivada, renovada, y estás lista si es que tienes que salir o alguna visita
inesperada. Nadie quiere verte en tu pijama de polar misma Winnie The Pooh.
Acepta ayuda: No seas terca, amiga. No porque aceptes ayuda eres más
o menos. Reconoce que necesitas una mano y si estás en la posibilidad de
recibir ayuda con los quehaceres o una miradita con el bebé, ACEPTA. Mientras
más pro te vuelvas, mejor organizada
estarás.
Sea cual sea tu elección,
recuerda que eres importante, que si estamos bien, nuestros hijos estarán bien.
Besos,
Mamá Luz
*Imagen extraída de internet
1 comentarios
A mediados de este año empecé con lo que se llama home office, en verdad me turno entre la oficina y la casa. La diferencia es que mis hijos están grandes y ya van al colegio, así que cuando trabajo en casa estoy sola. Pero bueno, la cosa es que sí, una debe acomodar un espacio para trabajar, comparte esas sillas ergo no se qué, tener un escritorio y cuidar la iluminación, pero algo básico es el horario, no te lo discuto, es la clave, claro que a veces me olvido y me dan las 8 de la noche y yo sigo trabajando...
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