El estiloso mundo de una madre
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…
¿Cuál?
El día sábado te llevé a una
fiestita. Llegaste muy tranquilo y un poco tímido porque te habías quedado
dormido en el carro. Pero poco a poco fuiste acoplándote y ahí es cuando comenzó
la “fiesta”.
Ilusamente - lo digo con la
verdad en mi corazón - pensé que esa fiesta sería también la excusa perfecta
para conversar con mis amigas. Qué ilusa.
No estaban quietos ni un segundo, corrían, saltaban, se bajaron parte de la
decoración, entre ustedes medio que se peleaban, luego se abrazaban, querían
dulces, tiraban cosas. En conclusión, conversamos poco y solo repetíamos sus
nombres una y otra vez. Nos mirábamos y sonreíamos, apoyándonos con un
silencioso: te entiendo.
Creo que todas lamentábamos no
haber llevado a nuestros esposos porque todo el tiempo estuvimos paradas.
Algo que puedo rescatar es que
los niños estaban lindos, adorables en sus ropitas y sonrisas tiernas, mientras
que nosotras despeinadas, sudorosas, deseando un buzo y zapatillas, y con
restos de comida y bebidas en nuestras cero glamorosas vestimentas.
Nunca nos pudimos sentar en la
mesa, prácticamente todas las mamás acampamos en el patio de juegos. Y al fin
de la fiesta, estabas peor de como comenzaste. Un loco. Era la azúcar.
Tirada en mi cama con dolor de
cabeza (tomé un par de chilcanos jejeje, ¿Qué querían?) y tú adormecido por la
leche caliente, comencé reflexionar. Quizás
ese día nos haya enseñado más de lo que creemos. Quizás no tendremos una vida
estilosa y glamorosa. Pero si tenemos una vida de felicidad, de complicidad, de unión. Ver a mi
hijo jugar con los hijos de mis amigas, entre todo el caos, me lleno de
felicidad. Estar todas juntas en un día importante. Mi celular no estará lleno de selfies pero si de caritas rendonditas
llenas de chocolate. Con eso puedo decir: reto cumplido.
Besos,
Mamá Luz
2 comentarios
Lo máximo Luz!!!! Es cierto todo lo que escribes! vaya si lo sabré yo! pero creo que como dices, al final del día, no importa si no estamos impecablemente vestidas o tenemos el cel lleno de selfies, o estar rendidas como si nos hubieran pasado una aplanadora por encima, pero esos ojitos brillosos y la cara llena de chocolate llenan nuestra vida y nuestro corazón, con algo que nada podría igualar, amor y felicidad! Muy lindo tu post!!! :) un beso!
ResponderEliminarA veces se esmeran, ¿verdad? Es lindo verse divertirse y si pues, nos toca no ser tan glomorosas en esas etapas. Pero es lo máximo, sin duda alguna.
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