Niño enfermo SOS (edición Gatos)
14:19
Ya estoy sumergida en el mundo de
las primeras veces contigo. Lo acepto y me gusta a pesar que dentro de estas
primeras veces se encuentren también momentos poco placenteros como las
enfermedades.
Recién, a los 2 años, te ha dado
una gripe fuerte con fiebre, escalofríos, y tos… mucha tos.
Todos nos dicen que nos
preparemos para estos momentos pero come
on, ¿qué padre está preparado para una enfermedad? El ver sufrir o padecer
a nuestros hijos es una locura y ni que decir si somos primerizas. Todo nos
parece ALARMANTE.
Mientras que varias mamis me
contaban que sus peques estaban cayendo ante la gripe, pensaba: Wow, Mateo es bien fuerte, no se enferma con
nada. Diez minutos después llama mi hermana diciéndome que estabas con
fiebre y tosiendo.
Mi expresión fue así:
Llegamos y efectivamente estabas
con fiebre y con tos. Corrimos a la casa y te bajamos la fiebre, te acostamos y
comenzó la noche…
Me la pase en vela a tu lado, en
cada tos estaba yo, en cada movimiento estaba yo, en cada pañito para bajar la
fiebre estaba yo, en cada todo estaba yo. En un momento vi que estabas
respirando medio extraño. Me levanté y me iba a ir corriendo a ponerme los
pantalones para llevarte a emergencia y papá me detuvo. Te levantaste, me
miraste y me dijiste: mamá, duerme.
Te volviste a dormir y me di
cuenta que era la posición en la que estabas que te hacia respirar “extraño”.
Me eche y me quedé dormida por un
momento.
Mi sentido arácnido me hizo que
me levanté y ¡zaz! Te habías orinado. ¡A cambiar todo! Papá me ayudó y ya estaba
amaneciendo. Era imposible que vaya a trabajar con este aspecto:
Y tú me necesitabas mucho. Nadie me iba a mover de tu lado y
tú tampoco lo querías. Es que no hay nada como la medicina de mamá, es decir,
dosis intensas de amor.
Estuviste al siguiente día con
fiebre y ya teníamos todos los medicamentos, solo era cuestión de esperar y
cumplir con el tratamiento. El día trascurrió tranquilo, almorzaste poco,
tomaste mucho líquido y descansaste bastante. Estaba más tranquila cuando de
pronto, VOMITASTE. En estos 2 años no habías vomitado, estaba bastante asustada
y ASQUEADA. No te voy a mentir, me vomitaste encima, quede a cuadros, inerte,
sin saber que decir o hacer.
Felizmente estaban mi suegra y mi
hermana y me ayudaron muchísimo. Me explicaron que como no sabes expectorar, la
flema hace que vomites, es totalmente normal y que es bueno que botes esa
flema. Lo que una aprende a estas alturas.
Hoy por hoy estás recuperándote.
Tu alma linda no deja que te derrumbes y sigues jugando como si nada, feliz y
contento. Soy yo que te para investigando como loca para ver si tienes otros
síntomas.
Dejando las paranoias, realmente
aprendo mucho contigo y a pesar que las primeras veces pueden asustarme, ya
estoy aprendiendo a manejarlas mejor.
Te amo
Mamá Luz
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