El estrés de una mamá en oficina
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La semana pasada me llamaron de
casa para decirme que no estabas bien y que te lleve de nuevo al médico. La
“gripe” se había vuelto amigdalitis. ¿A dónde correr?, pensé. Estaba en mitad
de unas preparaciones de viaje de mi jefe y ya había pedido permiso el primer
día que te enfermaste. Con prisa y con el semblante descompuesto le pedí a mi
jefe permiso y me dejó ir. Todo el camino me la pase llorando no porque
estuvieras enfermo sino porque sentía impotencia de no estar en esos momentos
contigo. Ser una mamá en oficina es muy estresante y agotador.
Me gusta trabajar, lo hago desde
que tengo 16 años y en mi profesión desde los 19. No me veo en casa todo el
día, no es mi naturaleza y tampoco puedo dejar de trabajar por el factor
económico. Vivimos en tiempos de crisis, de inestabilidad económica y no quiero
que pases por necesidades o que papá se sacrifique el doble para poder aguantar
todos los gastos. Esto de independizarse, formar familia y afrontar gastos es
lo que toca vivir a cualquier adulto. C'est
la vie.
Pero no puedo negar que sufro
mucho cuando me alejo de ti, pienso en ti TODO el día, hablo de ti como descocida
(sé que aburro) y en momentos como enfermedades, eventos, fiestas, etc.
quisiera ser yo la que te cuide y te lleve de la mano a donde quieras.
Sentirme así es contradictorio y
muchas veces la gente no me apoya. Te critica, te señala y te juzga sin saber
la verdadera situación que estás pasando. Piensan que “escapas” de tu hogar
para no afrontar la crianza de un niño y te hincha con sus comentarios
desatinados.
Sea cual sea mi elección, nadie
debería criticarme porque si estoy fuera de casa 8 horas rompiéndome el lomo
para ofrecer más alternativas a mi hijo es mi fucking problema. Lo hago
con todo el amor de una madre que vive en un país inestable y que lucha por su
profesión y tiene los pies bien puestos sobre la tierra pero con los ojos hacia
las estrellas. Amo ver crecer a mi hijo y le ofrezco todo mi tiempo cuando
estoy con él. Un tiempo de calidad. Memorias que seguramente el guardará en su
corazón porque sucedieron con amor. Tengo
que darme ánimos, sino estamos fritos.
Y si tú eres una mami en oficina
o una mami en casa, no dejes que nadie te haga sentir mal por la elección que
tomaste, mándalos a freír espárragos.
Ama y deja que te amen intensamente y sé feliz con las decisiones que tomes así
el mundo te mire diferente. Acuérdate que en tu equipo (familia) eres
importante.
Besos,
Mamá Luz
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