Soy mamá pero también quiero trabajar
11:59
Antes de irme a mi licencia de
maternidad estaba ultra archi mega
decidida a no volver a trabajar hasta que cumplieras un año o incluso volverme
trabajadora independiente. Los meses de felicidad trascurrieron, se me acabo la
licencia y a Dios gracias puede llegar a un acuerdo con mi jefe y pude extender
mi licencia y trabajar desde casa. En los meses de licencia me di cuenta que la
realidad era otra, no solo por el tema monetario sino también porque extrañaba salir
a trabajar.
Comencé a trabajar a tiempo parcial,
te extrañaba a mares pero esos ratos fuera me hacían mucho bien. Volvía a casa
y era todita tuya. Poco a poco me di cuenta que el dinero escaseaba y
necesitaba un trabajo a tiempo completo para cubrir todo.
Volví a trabajar a tiempo
completo, volví a un horario de oficina que para una persona soltera y sin
hijos está bien pero ya no era Luz soltera y sin hijos, era Luz casada y sobre
todo Luz mamá. Estoy ya más de un año trabajando así y he escuchado comentarios
de todo tipo pero ninguno que me convenciera del todo. Verás quisiera – y qué
mamá no lo quisiera – estar contigo todos los días a tiempo completo pero por
otro lado quiero trabajar, me gusta trabajar, y no quiero dejar mi carrera a un
lado. Qué dilema.
Ser mamá y profesional es muy
complejo, todo se junta, todo se vuelve confuso y ya no eres tú, sino eres
ahora una mezcla de ambos mundos que hasta que se complementen te volverán
loca. Bueno, a mí me pasa eso. Y no creas que no he hecho mis pro y mis contra.
Incluso he llegado a fantasear sobre las leyes. A veces promulgan leyes tan
sacadas de los pelos, que me pongo a pensar porque no sacan una ley sobre los
horarios de oficina para las madres. Sería genial que alguien se preocupara por
ver esos temas. Luego reflexiono que las empresas no aceptarían esas leyes o
simplemente no contratarían mamás. Tantas cosas. Pero ¿quién vela por una mamá
trabajadora? No queremos dar pena, solo queremos lo justo. Horarios más
flexibles para estar con nuestros hijos.
En estos tiempos locos, la
familia es lo más importante y el tiempo de calidad que les damos a nuestros
hijos es primordial. Muchas me dicen que lo que hago está mal, que debería
dejar de trabajar o conseguir otro trabajo para estar más tiempo con Mateo. En
parte tienen razón, pero no puedo soltar a mi carrera como si nada y conseguir
trabajo no es tan fácil, pueden pasar meses y lamentablemente se necesita el
dinero. Otras me dicen que lo que hago está bien, que Mateo entenderá que lo
hago por él y que también me fortalece a mí como profesional. En parte tienen
razón también, pero hasta que Mateo entienda completamente porque mamá está
todo el día trabajando va a pasar mucho y eso me carga el alma.
Que no cunda el pánico. En vez de
tirarme a mi cama a llorar y volverme (más) loca, he estado haciendo un par de
cositas que me están ayudando a poco a poco complementar todo esto – hasta que
en mis sueños locos saquen esa ley del horario flexible (sí se puede) o cuando
encuentre un punto medio:
-
Turnos: Antes Marco, aka el esposo, era quien
cocinaba, pero desde que comenzamos a trabajar a tiempo completo nos turnamos.
Nosotros cocinamos en la noche, entonces quien no cocina juega, chivatea, lee
cuentos, etc. con Mateo. Es decir, si bien los dos estamos con él, uno le
presta más atención y pasa tiempo de calidad con él. Luego al finalizar el
almuerzo nos reunimos los cuatro (con la gata). Es una manera de que ambos
padres se apoyen en esta causa y el pequeño tenga lindos momentos.
-
Fines de semana: Antes cuando era soltera
trabaja fines de semana, feriados, vacaciones. No me arrepiento pero ahora que
soy mamá esos días son SAGRADOS. Los planes que hacemos son para pasar un fin
de semana a full con él. No es necesario gastar mucho dinero, sino jugar con
él, llevarlo a un parque, construir cosas, colorear. Cosas que se diferencian
de los otros días.
-
Llamarlo: Lo llamamos después del almuerzo, nos
dan un reporte rápido de su comida, de lo que hizo y luego hablamos con él. Es
importante porque sé que él entiende que pronto iremos a casa y que estoy
pensando en él. Me cuenta en su lenguaje sobre su día y lo que ha comido. Al
llegar a casa reforzamos esa idea preguntándole lo que nos contó durante el
almuerzo.
-
Conseguir personas adecuadas para su cuidado:
Como saben luché y pataleé mucho con esto pero al fin tengo una buena niñera y
sobre todo tengo a la mejor abuelita. La señora lo estimula en su aprendizaje,
juega con él, y lo atiende y mi abuelita es mi ojo de Sauron jajaja. Esto es
importante porque nos sentiremos más tranquilos trabajando. Esto también aplica
al nido. No teman en preguntar y pedir reportes del día de sus pequeños.
-
Comunicación: Desde pequeño he tenido una
conversación fluida con Mateo. Él no hablaba pero sé que me escuchaba. Ahora
que está más grande puedo contarle de mi trabajo, de mi día y siempre le
refuerzo que estuve pensando mucho en él.
- Amor: Lo básico de básicos. Darles todo el amor
que podemos. Darle todos los besos, abrazos y arrumacos que nos den la gana. Es
nuestro hijo, así que disfrútenlo. Escuchémoslos, no siempre es fácil por el
cansancio pero hagamos un esfuerzo para que ellos se vayan a la cama pensando
en nosotros.
¿Me cuentan si tienen algún otro
consejo?
Besos,
Mamá
1 comentarios
Hola Luz! Muy lindo y te entiendo totalmente. Uno debe hacer lo que le hace sentirse plena, muchas mujeres necesitan trabajar para eso y finalmente es mejor porque le van a dar lo mejor a su bebé. Otras pueden dejar su profesión sin pena alguna… lo importante es estar feliz con la decisión y no reprocharse luego. Creo que haces bien y te felicito. un beso enorme! Kiki
ResponderEliminar