La tetita
12:11
En mi experiencia haberte dado de
lactar fue una de las cosas más hermosas que me haya pasado. Sin embargo, al
principio no fue tan fácil. El dolor, las heridas y la poca leche de la primera
semana casi casi me sacan del camino de la lactancia. Lo seguí intentando y al
cabo de unas semanas estuve mejor, y la leche fluyó.
Poco a poco me fui acostumbrando
a ti y tú a mí. Ya sabíamos qué hacer y qué no. Era toda una vaquita y tú mi
ternerito. Para mí y obviamente para ti era mucho más fácil sacarme la tetita
en cualquier lugar y en cualquier momento y darte de lactar. Extraerme la leche
me daba flojera, y si íbamos a un lugar la leche extraída tenía que calentarse
y sobre todo a veces te quedabas con más hambre o simplemente querías
acurrucarte. Por mi normal, pero ¿el resto?
Es algo extraño lo que sucede. La
gente se sigue escandalizando al ver una mamá dando de lactar a sus bebés.
What??? Sí, he recibido comentarios de todo calibre. Desde la señora pudorosa
hasta el mocoso mañoso.
TODOS sabemos la importancia de
la lactancia, hay campañas, ligas, pediatras, asociaciones, etc. que te
muestran, publican y exponen las ventajas de la leche materna PERO todavía
existen bastantes personas que siguen faltando el respeto a todas las madres
que hemos decidido seguir esta línea. Si bien ha incrementado la lactancia en
América Latina, todavía hay mucho por hacer.
Apenas una se saca la teta, las cabezas se
voltean, y en ocasiones rumores como: “debería taparse”; “cuando yo tenga hijos
me cubriré”… ya, toma mi número y cuando
los tengas me llamas, te apuesto que la historia es otra.
Tengo derecho a darle de lactar a
mi hijo sin ser juzgada o “monitoreada”, tengo derecho a tener un espacio
tranquilo en transporte y lugares públicos para darle de lactar a mi hijo. Y
por último, tengo derecho a hacer lo que para mí es natural: Exponer mi seno a
mi hijo y alimentarlo.
Besos,
Mamá
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