Las fiestas infantiles...
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Cuando estaba embarazada de ti, a
veces soñaba el día en que te llevará a tu primera fiesta infantil. Pedía para
mis adentros que ojala te inviten a varias fiestas, que te guste bailar y
participar en los juegos. A tu año y
medio ya has ido a algunas fiestitas, serán unas 5 contando con la tuya. La pasas
de lo mejor comiendo, bailando, jugando con otros pequeñuelos e incluso
participando. Me gusta verte así, tan suelto, tan sociable.
Pero, dejándose de simples
ilusiones y sueños, es bien agotador ¿no?
Este sábado tuviste una fiesta
del hijito de nuestra amiga del trabajo. Todo muy bonito, Midori nos atendió
A1. Llegamos temprano, ya había niños, unos tres. Estabas feliz, viendo toda la
decoración pero ni bien nos sentamos comenzaron a llegar y llegar más niños. Te
pusiste algo nervioso. Es que no eran pequeñitos de tu edad sino eran unos
pequeñuelos de 5 años. Todos con sus polos de Spider-Man, Hulk, Ironman. La
bulla comenzó y ya querías irte. Quisiste jugar pero te intimidaste con los
juegos bruscos. Si no fuera porque te gustó la comida, hubieras armado un
laberinto para irte jajaja.
Me puse a ver a los niños. WOW
¿en unos añitos estaré así? Los niños se movían en masa, cual tornado,
gritaban, saltaban, reían, estaban llenos de energía. La estaban pasando bien
pero de solo verlos estaba cansada. ¿Qué onda con los niños de ahora? Las mamis que habían acompañado a sus
pequeños, los miraban, sonreían, pero no les decían nada cuando se metían
debajo de la mesa, cuando corrían y se tiraban de rodillas, o cuando un pequeño
se subió al balcón y se orinó. Te veía a ti y veía a los niños y me decía: En 4
años estarás del otro lado, ¿sobrevivirás?
Jajajaja la verdad es que no sé.
No sé cómo reaccionaré en 4 años. Me pongo en el lugar de esas mamás y no creo
que te llamaría la atención en delante de los demás. Eso sería perjudicial y
terminaría haciéndote sentir mal. Creo que antes de salir de casa sí te diría
que te portes bien para no tener que volver a casa antes. Pero ¿si no lo haces?
Bueno tengo que apelar a mi convicción y crianza y tratar de que no destruyas
tanto la casa de los otros jajaja.
Por el momento, disfrutaré de mi
pequeño bebé quien todavía se queda sentadito esperando la mazamorra, quien
baila y juega sin golpear a nadie, quien me saca a bailar sin vergüenza y quien
me da besos de chocolate. Papá y yo terminamos embarrados de chocolate, chicha,
mazamorra y dulce hasta en el pelo. Por si acaso lleven una muda de ropa (una
vez un niño se tiró la chicha encima), medias (algunas actividades requieren
sacarse las medias y terminan sudadas y cochinas), babero y toallitas húmedas (me
salvaron la vida).
Al final, papá y yo terminamos
rendidos, eso de alistarnos, alistarte, que manejar, que subir, bajar, bailar,
etc. etc. etc. es un chambon. Lo peor que cuando entres al nido, las fiestas infantiles es el pan de cada día.
Te ama,
Mamá
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