Creciendo..
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Las mamás pensamos que nuestros
hijos siempre serán unos pequeños bebés PARA TODA LA VIDA (con voz de
ultratumba); en especial, si tenemos solo un hijo. No está mal, sino que a
veces “metemos la pata” cuando nuestros hijos van creciendo y desarrollándose. Muchas
veces no pensamos en límites. No sé si será negación, terquedad o el simple
hecho que no caigamos en la cuenta que nuestros hijos crecen y no hay forma de
detenerlo. No nos damos cuenta que sus gustos cambian a la velocidad de la luz.
Hoy te gusta Jorge, el curioso y mañana
quizás no. Esos cambios nos “bajonean” y comenzamos a añorar los primeros
meses.
Si te cuento todo esto, honguito,
es para que cuando yo “meta la pata” sepas que no lo hago apropósito, es sin
intención alguna, solo soy mamá y también sueño equivocarme. O tal vez no sea
yo la que no quiera que crezcas o que abrace más esta etapa donde tu mundo sea
yo. Tal vez sea papá; sí, también los papás se abrazan a los recuerdos.
Por ejemplo, mi papá a los 14
años me regaló una mochila de Barbie. Le rompí el corazón cuando le dije que ya
no me gustaba Barbie porque ya tenía 14 años (¡Uy sí que grandota!); él agarró la mochila y dijo: pero si la semana pasada te gustaba y se
fue triste. Para que no se sienta peor se la acepté y guardé ahí mis “cosas de
niñas” – un uso tenía que encontrarle. Otra, de niños solíamos jugar que mi
papá era el robot malo llamado “chiquitin” y mis hermanos se le trepaban encima
para evitar que el robot nos atacara jajajaja. Nos encantaba ese juego, pero
fuimos creciendo, nuestros intereses fueron otros y dejamos de jugarlo. Una
noche mi papá volvió de viaje y nos dijo: SOY
CHIQUITIN, EL ROBOT MALO Y VOY A ATACARLOS. Nadie le hizo caso. Ya todos habíamos
crecido para ese juego. Creo fielmente que él no se había percatado que había
pasado 5 años y ya todos éramos “grandecitos”. Se fue a la sala con el álbum de
fotos y le preguntó a mi mamá en que momento sus bebés dejaron de serlo. Sí,
sí, en este caso mi papá era quien se abrazaba a la idea de que seguíamos teniendo
5 años.
Tengo amigas que siguen poniéndoles
gorritos de gatitos a sus hijos, o que les mandan su biberón al nido o que los
besuquean a fuera del colegio y sus hijos ya tienen 15 años. No está mal, es el
amor de los padres. Solo que debemos acostumbrarnos que ya no sean bebés.
Ustedes son HUMANOS por eso tienen necesidades, queman etapas, tienen días
buenos y malos y por supuesto comienzan a buscar y fortalecer su personalidad.
Pero, la mamá seguirá preguntándose si su hijo de 40 años habrá comido, si le
estará yendo bien en su trabajo o si le habrá alcanzado el dinero hasta fin de
mes. La mamá le comprará tal vez el polo de rayitas de hace 40 años pero que
seguramente a su hijo/bebé le seguirá gustando. La mamá seguirá comprando
Nesquik porque a su hija le gusta con su leche a pesar que su “pequeña” ya
tiene dos hijos. Es un lazo sin fin.
Mi mamá me hizo el moño para el colegio hasta la secundaria porque el que
yo hacía salía horrendo jajajaja.
Siento que en esta etapa es la
más linda y caótica pero la mejor porque cuando me miras no importa más nada.
Siento que soy tu mundo y tú el mío. Cada vez que te digo que te amo, te
iluminas y mi corazón se agranda. Cometeré errores, y cuando seas padre cometerás
los tuyos. Es la vida, es nuestra vida y solo quiero disfrutarla.
Te amo muchísimo
Mamá
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